Este verano, al comentarle a unos amigos que tenía serias dudas de llegar a trabajar este curso debido a los recortes que se avecinaban en Educación en la Comunidad de Madrid, uno de estos amigos sentenció que "los funcionarios son el cáncer de este país". No era mi intención discutir de política a esas horas de la noche, y menos airadamente, así que nos limitamos a llegar rápido a consenso facilón tipo "hay funcionarios buenos y malos" para cerrar cuanto antes el tema. Lo que viene a continuación es lo que habría podido replicar si liarnos a discutir la primera noche que salía en mucho tiempo no hubiese sido lo último que me apetecía.
Los funcionarios son el cáncer de este país. Claro, puta crisis a la que nos han llevado los funcionarios, hijos de puta. Ni los bancos concediendo hipotecas del 100% a interés variable, ni los que compraban una vivienda sin poder cegados por la tierra prometida de que "la vivienda siempre se revaloriza", ni las agencias de calificación que otorgaban la máxima nota a empresas que quebraron al día siguiente, ni el gobierno que concedía 400 euros de descuento del IRPF y 2500 euros por nacimiento indiscriminadamente, ni los especuladores encantados de ver hundirse países para invertir barato en sus ruinas y forrarse con su reconstrucción, ni los mercaderes de dentro y fuera de los gobiernos que desregularon los mercados para enriquecerse a base de endeudamientos de países, empresas y particulares, ni las empresas con cuentas opacas en paraísos fiscales, ni yo que pago en B mi reformita para que me salga más barata, ni la empresa que me la hace encantada de no declarar, ni el gran empresario y su batería de abogados que logra que le salga la declaración de la renta a devolver, ni el directivo que se sube el sueldo unos cuantos miles de euros aunque haya bajado la productividad. No, la culpa es de los funcionarios, esos hijos de puta que tienen trabajo para toda la vida porque sacaron una oposición a la que nadie más es libre de presentarse, que nunca pagan sus impuestos porque la administración pública desconoce sus nóminas, que ayudan a familiares y conocidos dándoles un puestecito porque el funcionariado se elige a dedo y que tienen esos sueldos millonarios que tanto suben con su productividad.
La prueba de que el principal problema de España y la causa de su crisis es la existencia del funcionariado es lo bien que le va a países como EEUU con un exiguo volumen de empresa pública. ¡Cómo está capeando la crisis EEUU! Vamos, es que casi ni la han notado gracias a sus casi inexistentes servicios públicos de salud y educación. y hay que ver cómo de canutas las están pasando en Suecia, Noruega o Finlandia, país por cierto cuyo sistema educativo se considera el mejor de Europa y al que el Estado destina el 7% del PIB. Definitivamente aquellos países sin funcionariado han escapado a la recesión mundial.
Aún así es cierto que los funcionarios tienen sus moscosos (los profesores no, pero tienen muchas vacaciones), su descanso para el café y no tienen que mendigar derechos ni les racanean las bajas de maternidad y paternidad. Y por estas poderosas razones es inapelable que lo público es un lastre frente a lo privado. Por eso todos los españoles preferirían una policía nacional o municipal y una guardia civil privadas. ¡Dónde estén Eulen y Prosegur, que se quite la benemérita! Ah, pero tal vez en cuestión de seguridad sea distinto, una policía privada no, pero la enseñanza y la sanidad... ¡Claro que sí, Estado hobbesiano, qué más dan educación y salud, lo importante es la defensa de la propiedad privada! Por eso nadie solicita las Escuelas Infantiles públicas, porque son mucho mejores las privadas, dónde va a parar, por ratio de maestros por aula, por titulación de sus profesionales y por instalaciones. Y por eso los ricos y famosos dan a luz en las clínicas privadas pero se curan el cáncer o se operan a vida o muerte en la pública. ¿Y qué me decís de los bomberos, si no hacen más que dormir? ¡Cuerpo de bomberos privado, ya!
¿Y por qué ha de haber funcionarios? Pues, entre otras cosas, para mantener la neutralidad de la administración del Estado. Una oposición es el único método de contratación imparcial desde el punto de vista ideológico que existe a día de hoy. La funcionarización de la empresa pública es la mejor solución contra la oligarquía y el caciquismo que sí que eran, si es que hemos de creer a Joaquín Costa, el verdadero cáncer de este país. En mi pueblo he llegado a ver cómo le pedían a un catedrático de pediatría de Madrid una recomendación... ¡para una oposición a la policía municipal! Esa es la mentalidad de mucha gente mayor porque ese es el mundo en que vivió, una sociedad en que la única garantía de progreso social era la recomendación y el "ser de los nuestros". El funcionariado existe para acabar con ese mundo. Nadie será policía, ni guardia civil, ni profesor, ni médico, ni enfermero... por haber votado a tal o cual partido, o por ser ahijado de este político o de aquel empresario. No es posible ya que un catedrático de universidad pinte nada en la designación de un policía municipal. El funcionariado es una vacuna contra el enchufismo, que sigue en cambio a la orden del día en la contratación de empresas privadas por parte de las instituciones del Estado y las CCAA. Cuando se trata de concursos y licitaciones, entonces sí que existen el soborno, el amiguismo y el nepotismo. ¿Y cómo se reducen gastos cuando hay déficit si todos los servicios públicos han sido privatizados? Al funcionariado se le puede congelar o incluso bajar el sueldo, ¿puede suspenderse una contrata privada si se trata de un servicio esencial? En un mundo ideal tal vez sí, porque existiendo varias empresas compitiendo en un mismo sector podría contratarse una más barata. En el mundo real no hay nada que hacer porque en muchos casos solo existe una empresa por cada rama. Por ejemplo: si la empresa encargada de la limpieza en la ciudad de Madrid fuese pública, para reducir su deuda el Ayuntamiento de Madrid podría haber procedido a bajarle el sueldo a sus empleados, pero tratándose de una empresa privada... ¿qué hace? Lo que ha hecho: nada, porque no hay nada que hacer si, como es el caso, la empresa contratada tiene el monopolio de la limpieza de nuestras calles. Un buen sector público permite a los gobiernos tener parte del control sobre la economía del país o de la región. Cuando llega el déficit, si los gobiernos carecen de dicho control sencillamente han perdido su capacidad de gobernar.
¿Quiere decir todo lo anterior que el funcionamiento del funcionariado en España es perfecto? No. Sin duda hay cosas que deberían ser revisadas. No es cierto que la mayor parte de los funcionarios sean vagos o incompetentes, pero existen los vagos y los incompetentes y son un gran lastre, pero no tanto para la administración, que también, sino sobre todo para sus compañeros, que es a quien más perjudica su pereza y su incompetencia. Serán sus compañeros quienes tendrán que arreglar sus desaguisados, acabar lo que dejen a medias y tratar con los agraviados por su poca profesionalidad. A nadie vendría mejor que a los propios funcionarios que fuera posible despedir a algunos funcionarios, y reiteradas quejas de compañeros y clientes acerca de un trabajador no deberían ser completamente estériles. Pero en honor a la verdad he de decir que en todo el tiempo que he trabajado en la empresa pública (sin ser funcionario, por cierto) solo me he encontrado con un caso y medio de profesional con tendencia al escaqueo o directamente mal profesional. ¿Supera este ratio al de la empresa privada? En mi experiencia personal no, la única diferencia entre la pública y la privada ha sido que el funcionario incompetente había accedido a su puesto mediante oposición y el incompetente no funcionario era el hijo del dueño de la empresa. En ambos casos el problema era el mismo: no había forma de despedir al incompetente.
¿Y por qué ha de haber funcionarios? Pues, entre otras cosas, para mantener la neutralidad de la administración del Estado. Una oposición es el único método de contratación imparcial desde el punto de vista ideológico que existe a día de hoy. La funcionarización de la empresa pública es la mejor solución contra la oligarquía y el caciquismo que sí que eran, si es que hemos de creer a Joaquín Costa, el verdadero cáncer de este país. En mi pueblo he llegado a ver cómo le pedían a un catedrático de pediatría de Madrid una recomendación... ¡para una oposición a la policía municipal! Esa es la mentalidad de mucha gente mayor porque ese es el mundo en que vivió, una sociedad en que la única garantía de progreso social era la recomendación y el "ser de los nuestros". El funcionariado existe para acabar con ese mundo. Nadie será policía, ni guardia civil, ni profesor, ni médico, ni enfermero... por haber votado a tal o cual partido, o por ser ahijado de este político o de aquel empresario. No es posible ya que un catedrático de universidad pinte nada en la designación de un policía municipal. El funcionariado es una vacuna contra el enchufismo, que sigue en cambio a la orden del día en la contratación de empresas privadas por parte de las instituciones del Estado y las CCAA. Cuando se trata de concursos y licitaciones, entonces sí que existen el soborno, el amiguismo y el nepotismo. ¿Y cómo se reducen gastos cuando hay déficit si todos los servicios públicos han sido privatizados? Al funcionariado se le puede congelar o incluso bajar el sueldo, ¿puede suspenderse una contrata privada si se trata de un servicio esencial? En un mundo ideal tal vez sí, porque existiendo varias empresas compitiendo en un mismo sector podría contratarse una más barata. En el mundo real no hay nada que hacer porque en muchos casos solo existe una empresa por cada rama. Por ejemplo: si la empresa encargada de la limpieza en la ciudad de Madrid fuese pública, para reducir su deuda el Ayuntamiento de Madrid podría haber procedido a bajarle el sueldo a sus empleados, pero tratándose de una empresa privada... ¿qué hace? Lo que ha hecho: nada, porque no hay nada que hacer si, como es el caso, la empresa contratada tiene el monopolio de la limpieza de nuestras calles. Un buen sector público permite a los gobiernos tener parte del control sobre la economía del país o de la región. Cuando llega el déficit, si los gobiernos carecen de dicho control sencillamente han perdido su capacidad de gobernar.
¿Quiere decir todo lo anterior que el funcionamiento del funcionariado en España es perfecto? No. Sin duda hay cosas que deberían ser revisadas. No es cierto que la mayor parte de los funcionarios sean vagos o incompetentes, pero existen los vagos y los incompetentes y son un gran lastre, pero no tanto para la administración, que también, sino sobre todo para sus compañeros, que es a quien más perjudica su pereza y su incompetencia. Serán sus compañeros quienes tendrán que arreglar sus desaguisados, acabar lo que dejen a medias y tratar con los agraviados por su poca profesionalidad. A nadie vendría mejor que a los propios funcionarios que fuera posible despedir a algunos funcionarios, y reiteradas quejas de compañeros y clientes acerca de un trabajador no deberían ser completamente estériles. Pero en honor a la verdad he de decir que en todo el tiempo que he trabajado en la empresa pública (sin ser funcionario, por cierto) solo me he encontrado con un caso y medio de profesional con tendencia al escaqueo o directamente mal profesional. ¿Supera este ratio al de la empresa privada? En mi experiencia personal no, la única diferencia entre la pública y la privada ha sido que el funcionario incompetente había accedido a su puesto mediante oposición y el incompetente no funcionario era el hijo del dueño de la empresa. En ambos casos el problema era el mismo: no había forma de despedir al incompetente.
Buen post!! Que hay mucho mito por ahí suelto.
ResponderEliminarMuy mal: el problema de porqué los funcionarios son el problema es porque ellos están por encima de la ley - simple y llanamente.
ResponderEliminarCuando un honrado trabajador tiene que deslomarse con el fin de mantener su puesto de trabajo, el funcionario medio (que no tiene porqué haber pasado oposición alguna, así como que también es rotundamente falso que detrás de los exámenes no haya habido muchos y diversos problemas mafiosos) simplemente pasa.
En un momento dado recuerdo cuando la orientadora del paro (que vamos a catalogar entre los "funcionarios") me dijo algo así como que los que trabajan en el centro no tienen la culpa de tanto paro. A pesar de los pesares le repliqué y le recordé cuando me despidieron porque en concepto de seguridad social tenía que pagar entre el 40% y el 50% de mi nómina a través de mi jefe... ¡Eso sí que son impuestos!
Luego vemos en la entrada de la crisis a unos señores funcionarios pidiendo en una pancarta un aumento de ¡¡500 euros!! en la nómina: ¡eso es TODO un SUELDO! ¡Y dices que los funcionarios no son un problema!
La crisis la generaron los bancos, pero eso es la financiera. Si tenemos crisis financiera es por la costumbre de crear la falsa apariencia de que todo se puede costear con inventarse el dinero. Y es ahí donde entran los señores funcionarios: a pedir a pedir a pedir a pedir...
Algunos hacen el vago, eso a mí no me molesta. Les molesta a sus compañeros que, por supuesto no lo denuncian ¿Por qué? TODOS LO SABEMOS. Pero en este post no se ha puesto: los funcionarios NO rinden cuentas ante la justicia.
Raro es ver a un antidisturbios que no sea indultado por ser un buen perro mordedor y contrario a las leyes del pueblo ¿El problema no son los funcionarios? ¡Claro que necesitamos funcionarios! ¿Y por qué no podemos serlo todos? Cobraríamos una mierda, pero al menos se cumpliría lo que dice la Constitución española, y lo que defendían los republicanos antes de Franco (no los falsos republicanos de ahora - que, por supuesto, muchos serán funcionarios).
Sí, señor mío: los funcionarios son una de las lacras del país. Yo no tengo dinero ni capacidad de riesgo: ELLOS SÍ. Pues si es así, ¿por qué no nos sacan de la crisis y empiezan a crear empresas? Respuesta: porque ellos también son el problema.
No se si atribuir esa 'mala leche' contra los funcionarios a envidia, a ignorancia o a simple torpeza. Soy funcionario, de grupo bajo, y prácticamente mileurista. Ahora y hace cinco años, y si, me cuesta mucho llegar a fin de mes. Estudié, aprobé una oposición con treinta años. Hasta entonces, trabajaba en la empresa privada, ganando bastante más. Estuve dudando hacerme funcionario o seguir en la privada. Mis ex-compañeros, ganan bastante más que yo, ahora y hace cinco años. Sin embargo, con la crisis, alguno se ha quedado en paro. Cuando me duplicaban el sueldo, ninguno me dió nada. Porqué tengo que hacerlo yo ahora. Pregunto.
ResponderEliminarAsí es que si quieres ser funcionario, estudia, te presupongo capacidad, que no lo se, y aprueba una oposición. Cuando la crisis pase, te vuelves a la privada.
saludos
Le agradezco su comentario Juan Manuel Dato, algunas de sus afirmaciones son correctas, otras inexactas y una claramente no se corresponde con la realidad. Es cierto que hay funcionarios que no han accedido a su puesto por oposición, pero precisamente son aquellos heredados de otra época, y en cualquier caso sería un aspecto a corregir, no estoy en contra de ello, como sabrá si ha leído el artículo hasta el final. Es inexacto que algunos funcionarios no denuncien la desidia de algún compañero, lo hacen, pero al no poder deshacerse de él en ocasiones éste acaba siendo premiado por sus superiores con un puesto de menor responsabilidad y mejor retribuido para que no moleste. Tampoco me parece del todo exacto acusar a los funcionarios de pedir, pedir y pedir, de hecho apenas hubo protestas cuando se redujeron sus nóminas. También el Servicio Público de Empleo probablemente no funcione como es debido, pero yo no he visto que se deba a que sus funcionarios trabajen poco y mal (por desgracia lo he podido comprobar ayer mismo), sino tal vez tenga más que ver con el negocio que tienen montado a su alrededor algunos sindicatos (y no discuto que los sindicatos sean esenciales para defender a los trabajadores, sino su forma financiación) y con la ilusión de que los gobiernos crean empleo (que no sea público). En cuanto a aquello que claramente no se corresponde con la realidad, los funcionarios sí rinden cuentas ante la justicia: pagan sus errores o mala praxis los médicos, sus excesos las fuerzas de seguridad del Estado y desde luego le garantizo que existen denuncias de alumnos y padres contra profesores y que prosperan. Si según usted "todo" el mundo sabe que los funcionarios son inmunes ante la ley, entonces me temo que "todo" el mundo está en un error, afortunadamente ese "todo" refleja tan poco la realidad como el hecho que señala.
ResponderEliminar"le garantizo que existen denuncias de alumnos y padres contra profesores y que prosperan"
EliminarUsted nunca será abogado. Y esta no será la primera vez que me enfrento a este hecho. En estos momentos lo que no pienso hacer es discutir con un necio: cuando existen casos flagrantes y la imposibilidad de denunciarlos, entonces los otros casos se convierten en los puntuales.
Imagine que un hombre está matando a los negros, alguien denuncia que a ese hombre no se le puede detener y entonces se dice que ya todos sabemos que el racismo impera. Entonces apaerecías tú con tus argumentaciones diciendo que sólo es un caso puntual, y que hay racistas a los que sí se les detiene. Es simplemente bochornosa tu respuesta que, dicho sea de paso, es TÍPICA.
Los casos de denuncias que prosperan son aislados, porque las denuncias son también casos aislados porque los de incompetencia flagrante son también casos aislados. Las malas praxis médicas, por poner un ejemplo, son sistemáticamente penalizadas (o al menos con la misma frecuencia en médicos funcionarios que en médicos que no lo son) y cuando no, se debe al "in dubio pro reo".
EliminarEn cualquier caso, creo que debería penalizarse, sin duda, al funcionario incompetente, vago o negligente, pues saldría ganando esa mayoría que no lo es y dejarían de pagar justos por pecadores a ojos de la opinión pública.
Por último, yo no llegaré a abogado porque no escogí ese camino y no quiero dar marcha atrás, pero no le quepa duda de que podría haberlo sido, acabar una carrera de Derecho entra sin duda dentro de mis posibilidades. Otra cosa es ser un buen abogado, y lo que desde luego no entra, o no debería entrar, en la argumentacón de un buen abogado son el insulto y las falacias (como las que usted ha empleado, del muñeco de paja, de generalización indebida y de asociación), por no hablar del recurso a las mayúsculas, ¿he de entender que me está gritando?
Mentiroso, que eres un mentiroso. ¿"y que tienen esos sueldos millonarios que tanto suben con su productividad"? ¡MentirA!
ResponderEliminarVerdad: "y que tienen esos sueldos millonarios que tanto suben con su IMproductividad". Eso sí.
[Espero que se haya captado la ironía]
P.D: Mortimer, Javi: somos cojonudos.
Cuando leo ciertos comentarios a veces se me va la cabeza y pienso:
ResponderEliminar- Tenemos lo que nos merecemos.
- Ojalá desaparecise todo el funcionariado, que se privatizasen todos los servicios públicos, que no tuviesemos sanidad ni educación, ni agua diría. Que no quedase ni rastro de Estado. Que las leyes y la justicia fuesen para y por los que tienen para poder costeársela.
Me encantaría ver la cara de megagilipollas que se les quedaría a los gilipollas que siguen sin enterarse de nada, y siguen culpando a los sindicatos, a los funcionarios, a los profesores, a los médicos, a los controladores, y todos los demás "privilegiados" que hoy por hoy tienen trabajo, cuando saben perfectamente quién es el culpable y responsable de toda esta situación pero no tiene la valentía de enfrentarse a ello.
Sinceramente genial el post, sobre todo el final "En ambos casos el problema era el mismo: no había forma de despedir al incompetente". Fantástico. He estado en la empresa pública y en la Administración. Puedo opinar. Sobran incompetentes en este país, de ambos sitios. Sobre todo políticos y altos cargos. La gente habla sin saber lo que es el servicio público, y sabes qué? me da igual. En cuanto privaticen todo, me vuelvo a mi planeta. Cuando una operación de riñón cueste un riñón, me gustaría veros el careto. Y cuando la Iglesia se encargue de la educación completa de este país, me gustaría saber quién se acuerda de quién era Darwin, alguien dirá que era descendiente directo de Adán y Eva, el hijo malo y rencoroso.
ResponderEliminarLa gente ha estado tanto tiempo agachada, que intentan levantarse y se marean. Saludos. Y cuando se despierte el pueblo (se llama solidaridad), volveré al planeta.
Me encantaría que antes de hablar la gente tuviera un mínimo de idea de lo que habla. Estados Unidos, Inglaterra, Alemania y un millón más de países desarrollados tienen MÁS funcionarios que España. ¿Qué es lo que pasa? Que funcionario quiere decir 'Persona que desempeña un empleo público.', no "Persona que desempeña un empleo público VITALICIO al que se accede en la mayoría de los casos por oposición, donde se le respetan los derechos laborales". Son unos matices que cambian todo. Cuando hables de los funcionarios en la mayoría de los países desarrollados, recuerda que ni han aprobado una oposición ni su empleo es vitalicio.
ResponderEliminarEn mi modesta opinión, me voy a permitir el lujo de exponer varias afirmación en las que creo rotundamente:
ResponderEliminar1º El funcionario tiene un horario "rígido", cuando llega su hora "cierra la ventanilla" y se va a sus quehaceres, en la empresa privada (no multinacionales), eso no se puede hacer, si el jefe decide que hay que acabar un trabajo, pues tu mismo.
2º Incompetentes hay en todas partes, (como ya ha comentado un compañero) y el problema del funcionario es que es muy difícil de despedir. Y como bien comentan, el trabajo que "él" no hace, repercute en sus compañeros.
3º "Gracias" al punto anterior, su sueldo (en algunos casos precario en relación a la privada, es seguro y por desgracia, cuanto más inepto es, en más alto y seguro se convierte. Y en el país de picaresca en el que vivimos, si Paco hace poco (yo me cargo con parte de su trabajo) y lo ascienden, yo haré menos a ver si consigo aquel despacho con vistas al mar.
Y dicho esto, a lo que iba, en este país no sobran funcionarios, faltan actividades que les impliquen, para entendernos, si optimizamos los recursos públicos de un ayuntamiento cualquiera (extiendase a diputación, CCAA o gobierno central), seguramente no haria falta contratar ninguna empresa privada que realice cierto trabajo para el organismo público, ¿y porque no se hace?, quizás porque el cuñado del "político" (seguramente es Paco o yo mismo si ha he conseguido el despacho que queria), teniendo la responsabilidad de ejecutar un proyecto, tiene una empresa que se dedica a esa actividad, y por "amiguismo" le es más "rentable" aparcar a los funcionarios (que algunos serguirán su carrera), contratar a su cuñado y llevarse el correspondiente maletín.
Resumiendo, ser funcionario mejora tu vida familiar y te da cierta estabilidad económica y social. Lo que haría falta es contratar más trabajadores públicos. Pero para poder llega aquí deberiamos empezar por acabar con tanto tráfico de influencias y parásito social.
Funcionarios SI, paràsitos NO.
Uno de los grandes problemas de este país, es la ignorancia y la osadía al hablar de lo que no se sabe y otra la envidia. Lo que no tengo yo, bien porque no tenga capacidad o prefiere el camino fácil, que no lo tengan los demás. Pues bien, el empleo fijo, NO ES UN PRIVILEGIO, ES UN DERECHO, LUCHA POR ÉL. No tenéis ni puta idea del funcionamiento de la Administración ni de los funcionarios y yo y aquí gratis,os voy a explicar un poquito: en las Administraciones españolas, ya sea la Central o autonómica, existen EMPLEADOS PÚBLICOS. Entre ellos están, los funcionarios de carrera (oposición), funcionarios interinos y eventuales (han aprobado la oposición sin plaza) no son de carrera, laborales fijos, fijos discontinuos,etc, etc, etc. Para ser funcionario de carrera (cada vez menos) solamente se necesita ser mayor de 18 años y nacionalidad española, echar una instancia que hoy creo que por valor de unos 6 euros y estudiar, estudiar y estudiar. las oposiciones están abiertas para todo el que quiera un empleo fijo, pero en este país lo que la gente quiere es ser funcionario sin estudiar, o sea, por enchufe, y tienen la cara de criticar, calumniar, despreciar, insultar, y muchás más cosas al que ha tenido la capacidad y esfuerzo de aprobar unas oposiciones.Señores Franco ha muerto y todos aquellos que hayan entrado (que los hubo) por el artículo 2.000.000 también. Por favor!. Tengan un poco de respeto y sean ustedes más listos, porque el día que la Administración deje de ser pública y en vez de funcionarios sean trabajadores a contrato, van a llorar, porque no les quepa ninguna duda de que formarán parte de las administraciones primos, hermanos, cuñados, nueras y compromisos por favores debidos y prevaricaciones y cohechos callados. Y por supuesto que somos los primeros en censurar a la manzana podrida, y por supuesto que existen mecanismos para expedientar a un funcionario, e incluso perder la condición de funcionario, pero no se aplican, pero quien es el que tiene que aplicar estas herramientas? Por qué no las aplican? No será que no les interesa y además y si les interesa más manipular a una ciudadanía en contra de este colectivo para poder así seguir congelando sueldos y rebajarlos? Donde están los Ministros de Administraciones Públicas que son los jefes supremos de los empleados públicos para defendernos? Y si no tenemos defensa por qué no toma medidas? Porque mientras haya un país de aborregados e ignorantes, los Altos Cargos de la Administración y demás directivos de empresas públicas y privadas, gobernantes y políticos, tendrán más fácil manipular a un país y así acabar con lo poco que queda de trasparencia, justicia, equilibrio y responsabilidad. Se lo puedo asegurar, lloraremos.
ResponderEliminarChapó!!! Muchas gracias por tu publicación y por tus argumentos bien razonados y fundamentados. Soy profe de la pública desde hace 10 años (2 de interina) y tengo que soportar comentarios teñidos de envidia y mala leche de conocidos y, mucho peor, de amigos sobre el funcionariado muchísimas veces, sobre todo ahora, desde que empezó la crisis. Cuando hace 10 años me quedaba en casa para estudiar los fines de semana y ellos (trabajadores de la privada) salían hasta las mil con 100 euros por noche en los bolsillos, me llamaban pringada por estudiar para las oposiciones: un puesto mediocre que no me iba a reportar nada, cuando en la privada se gana mucho y subías como la espuma. En la actualidad, en época de vacas flacas, cuando hay que buscar un culpable, ¿somos nosotros, aquellos "pringados" estudiosos, los culpables por haber aprobado una oposición? ¡Qué país de envidiosos e ignorantes! Como diría Emilia Pardo Bazán y los Naturalistas: ¡Qué país de lobos!
EliminarDe la que se libró tu amigo por pillarte cansado... Yo he llegado a la conclusión de que la gente quiere una sociedad estalinista: todos iguales, aunque haya que igualar por abajo. Toda la gente con empleo precario, o sin empleo, o con un empleo donde no se hacen respetar sus derechos laborales, quieren que nosotros los perdamos. Porque no fastidia estar mal... al menos no tanto como estar peor que otros.
ResponderEliminarA mí en el fondo me hace mucha gracia que paletos que no saben ni escribir vayan dejando comentarios llenos de bilis por ahí, conscientes en el fondo, de que ellos jamás podrían aprobar una oposición.
Saludos, seguiré tu blog
La culpa es de los burros que quisieron dar el pelotazo comprando pisos que no podían pagar.
ResponderEliminarRatifico completamente lo suscrito por Birdy. Además, invito a Juan Manuel Dato a que, la próxima vez que ingrese por urgencias le diga exactamente lo mismo que ha escrito aquí al personal sanitario que lo atienda, a ver que le parece.
ResponderEliminarGracias, Javi
ResponderEliminarLa crisis intelectual del funcionario y el periodista es la crisis que estamos pagando. A joderse toca - y encima se nos acusa al resto de ignorantes. No hay nivel ni conocimiento de causa.
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