jueves, 15 de marzo de 2012

Por un consenso en el #15M para el #12M12

          A falta de dos meses para que se cumpla un año del despertar de nuestra conciencia colectiva que supuso el 15 de Mayo de 2011, y aunque "vayamos despacio porque vamos muy lejos" no deberíamos dejar de celebrar los muchos logros del movimiento.
          "¿Logros? -dirán algunos- ¿Qué logros? El movimiento está dividido, las asambleas diezmadas, las calles y plazas vacías, las banderas partidistas han sustituido al bien común y algunos se replantean incluso la estrategia de la no-violencia." No siendo esto del todo falso, tampoco es toda la verdad. Sin duda el invierno y nuestras obligaciones laborales han hecho mella en nuestra presencia en las calles. También, las distintas elecciones nos han hecho descubrir nuestras simpatías partidistas y establecido diferencias entre nosotros, resulta que unos somos reformistas y otros revolucionarios, unos ponemos la libertad por encima de la igualdad, otros la justicia por encima de ambas cosas... en fin, hemos descubierto que es fácil coincidir en un eslógan pero no tanto en su interpretación. Vale, ¿y qué?
          Todo esto no era menos cierto antes del 15 de Mayo de 2011. Aunque nos uniéramos ese día y en los días posteriores, ya sospechábamos que cada uno era de su padre y de su madre, lo que hizo grande esta revuelta, lo que convirtió Sol en el ágora, fue que por fin uno podía ser de su padre y de su madre y estar de acuerdo con el otro por lo que decía y no por lo que era. Pero situarse en un punto en que lo importante sea el qué y el cómo, y no el quién, no significa que no exista ese quién sino que no es relevante porque a todos anima un bien común.
          "Democracia Real Ya: no somos mercancía en manos de políticos y banqueros." De esta divisa que nos unió me voy a quedar con un término: "mercancía". No somos objetos, sino sujetos, cada uno de nosotros es un fin en sí mismo y no un medio. Pero políticos y banqueros gobiernan nuestras vidas empleándonos para sus propios fines. ¿Qué exigimos pues? Ser los auténticos dueños de nuestro destino: exigimos libertad, autonomía. Exigimos nuestro derecho a autogobernarnos porque  somos personas portadoras de dignidad y no mercancías, y por ello no puede comerciarse con nosotros, no puede especularse con nuestros votos ni con el dinero de nuestros impuestos. Somos un instrumento en manos de unos políticos ávidos de poder y de unos empresarios ávidos de dinero. ¿Todos los políticos se venden a cambio de poder y todos los empresarios anteponen el dinero a cualquier otra cosa? No. ¿Y por qué negarse entonces a perseguir a quienes sí lo han hecho y nos han sumido en la ruina?
          Creo que una indignación semejante a la que expresa el párrafo anterior animó a muchos de los que salimos a la calle bajo la bandera del 15M, y unos objetivos que fácilmente pueden deducirse de dicho párrafo nos hicieron perseverar en la lucha. Los mismos objetivos que alcanzó la revuelta islandesa: justicia y libertad mediante la depuración de responsabilidades por la crisis y un proceso constituyente. ¿Por qué no centrarnos en esos objetivos?
          Volvamos a las propuestas del 15M y sus logros. Son bastantes quienes niegan que existan tanto una cosa como la otra. Se acusa al 15M de proponer demasiadas cosas, y algunas de difícil cumplimiento, o de hacer propuestas contradictorias, o de no ponerse de acuerdo en qué proponer. Pero proponer muchas cosas no es proponer demasiadas si muchas son las cosas que hay que resolver. Y en cuanto a los logros, si alguno esperaba que desembocara el 15M en la Utopía de Tomás Moro más vale que se vaya desengañando. ¿Pero acaso no hay familias que siguen en sus casas en lugar de haber sido desahuciadas gracias al apoyo del 15M a la PAH, no se ha hablado de la dación en pago en el Congreso, no se discuten cambios en la Constitución referentes a la separación de poderes y la ley electoral? ¿Acaso se nos ha olvidado que hace tan solo un año los medios empleaban "anticonstitucional" como sinónimo de "antidemocrático"? ¿Logros del 15M? Incontables, pero pueden resumirse en la visibilización de injusticias antes ninguneadas y el saneamiento del vocabulario político. Temas que eran tabú ya no lo son. ¿Y qué decir de la resignación, que a efectos prácticos equivalía a complacencia, con que recibíamos los escándalos de corrupción? Saldrán impunes los corruptos de los juzgados, pero ya nunca más con el honor intacto si su conducta fue deshonrosa.
          ¿De toda esta amalgama qué se deduce? Que no queremos ser tratados como menores de edad a los que cada cuatro años se les deja elegir entre partido de fresa, de limón o de manzana verde, queremos participar activamente en nuestra vida política. Y que no aceptamos por más tiempo la impunidad: un programa político es un compromiso, manejar dinero público es un compromiso, y cuando uno se compromete hay que apechugar con las consecuencias del compromiso contraído. Exigimos responsabilidad: poder ser responsables de nuestro propio gobierno y que se hagan responsables de su malgobierno quienes nos han llevado a la situación actual.

          El último paso, ¿cómo plantear esta exigencia de responsabilidad? Ese es el quid de esta entrada, dos propuestas que considero podrían ser consensuadas en los muchos foros del 15M (asambleas de barrio, twitter, facebook, virtualpol15M...), en sus organizaciones (DRY, Estado de Malestar, #NoLesVotes, Juventud sin Futuro...) y en general por todos sus integrantes. Y "consensuar" implica debatir, reformar, acordar... Se trata tan solo de un punto de partida para tratar de unir fuerzas en el movimiento con un fin común. ¿Debe por ello renunciar el 15M a otras iniciativas? En absoluto. ¿Pero no sería estratégicamente útil ir preparando una gran propuesta para el aniversario del 15M, para la gran manifestación del #12M12? ¿Nos piden concreción? Pues démosles concreción, sigamos quitándoles sus patéticas excusas.
          Para proponer estas exigencias tengo en mente la indignación no solo de quienes nos decimos parte del 15M, sino que trato de incluir a muchos que no pertenecen al movimiento pero que comparten esa indignación. Que ocupemos el espacio público no quiere decir que seamos el público. Tantos como nos juntamos en Sol en su momento lo hacen cada quince días en el Bernabeu. Aunque nos juntásemos 500.000 en una plaza seguiríamos siendo un porcentaje ridículo del censo, incluso del censo electoral, incluso (a efectos de cálculo de mayorías) del total de votantes. Nunca podremos presumir de un grado de participación en nuestras acciones semejante al del voto de algún partido mayoritario, pero sí hemos podido presumir de porcentajes de apoyo en torno al 73% a nuestras propuestas, fueran estas muchas, pocas, contradictorias o irrealizables. Así pues, a la auténtica mayoría de los ciudadanos debemos dirigirnos y por ello propongo lo siguiente:

          - Exigir responsabilidades a los causantes de la crisis mediante la creación de una comisión de investigación. Basta ya de que paguemos la crisis quienes la sufrimos y no quienes la crearon.

          - Exigir una ampliación de la participación ciudadana de tal forma que haya decisiones que no puedan tomar los gobiernos sin consultar a la ciudadanía. Basta ya de que nuestros votos sean cheques en blanco.

          Hay partidos de diverso signo que ya han hecho propuestas semejantes en el Congreso de los Diputados y fuera de él, y no son irrealizables. Se trata de propuestas de carácter formal, políticas pero no partidistas, no programáticas (no es necesario tener una ideología concreta para suscribirlas). Si decimos que somos el 99%, tratemos de hacer propuestas para el 99%, a ver si por querer afinar más de la cuenta nos vamos a ir dejando porcentajes de ciudadanos por el camino.
          Por supuesto esta propuesta es una más, y lo que la legitimaría sería que fuera de muchos, que fuera de todos y no mía, porque está hecha con el ánimo de que pueda ser de todos, de que pueda llevarnos a un consenso entre las muchas sensibilidades del 15M y más allá del 15M. Por ello si te gusta y te parece pertinente, lleva esta propuesta a la asamblea de tu barrio, a tus amigos, a tu partido, a tus representantes, a tu asociación de vecinos, a tus sindicatos, a las redes sociales. Hazla tuya, debátela, modifícala. Preparemos un 15M de 2012 que sea sonado, con una gran propuesta de consenso.

          Aquí un manifiesto en GoogleDocs que busca servir de documento de trabajo para lograr ese consenso.

          Puedes contribuir a la difusión de esta iniciativa votándola en menéame, en propongo15M o en VirtualPol15M.

jueves, 8 de marzo de 2012

Feminismo para dummies III: sexo y género

          Hoy que es 8 de Marzo no estará de más recordar una de las distinciones conceptuales básicas del pensamiento feminista. Si en anteriores entregas, Feminismo para dummies I y II, me centré respectivamente en las características generales del feminismo y en desmontar acusaciones tópicas vertidas contra él, aquí querría tratar la distinción entre sexo y género.
          No voy a hablar de esta distinción desde el punto de vista lingüístico, considero que Ignacio Bosque en este reciente y polémico artículo lo hace mejor de lo que podría llegar a hacerlo yo jamás, sino desde el punto de vista filosófico. En los últimos años la distinción sexo/género ha venido sufriendo ataques de parte de cierto sector de la derecha española empeñado en una cruzada homófoba a raíz de la aprobación de la Ley de Matrimonio Homosexual. En ese contexto ha surgido la expresión "ideología de género" que significaría que la distincion entre sexo y género no está fundamentada y que creer en ella es una opción ideológica entre otras posibles (por ejemplo, la opción de creer que sexo y género son lo mismo). Esta bala destinada a socavar la igualdad entre homosexuales y el resto de los ciudadanos, golpea también de lleno (ignoro si quienes emplean la expresión "ideología de género" son conscientes de ello) en los cimientos de la igualdad entre hombres y mujeres, porque no admitir la distinción entre sexo y género por considerarla un constructo ideológico al servicio de no se sabe qué intereses supone, como trataré de explicar a continuación, abrir las puertas a la defensa de que hombre y mujer no son solo física sino esencialmente diferentes y por tanto no tienen por qué ser tratados en pie de igualdad.
          ¿Qué es el sexo? Lo que marcan los cromosomas sexuales. La diferencia sexual entre hombres y mujeres es meramente biológica. Tenemos el sexo que nos ha dado la naturaleza.
          ¿Qué es el género? Lo que marca la sociedad. La diferencia entre el género masculino y femenino es cultural. Participamos del género que nos ha impuesto la comunidad de que formamos parte o que hemos sido capaces de reconstruir después nosotros mismos.
          El pensamiento feminista nos descubrió que hay rasgos que atribuimos al hombre y a la mujer que consideramos parte de su naturaleza y que no osbtante no forman parte de su sexo, sino del constructo cultural que asociamos a dicho sexo. Y de este descubrimiento se sigue otro más importante, que esos rasgos que tradicionalmente se habían considerado esencialmente masculinos o femeninos en tanto derivados de la la naturaleza de hombres y mujeres, son por el contrario contingentes, que de hecho no hay nada asi como "la naturaleza" o "la esencia" de la mujer o el hombre, que el sexo no determina el género y por tanto es posible modificar el rol de género asociado tradicionalmente a uno u otro sexo.
          Veamos un ejemplo: tradicionalmente se ha considerado en nuestra sociedad que la falda era un elemento femenino, y de hecho lo es, pero no porque la naturaleza de la mujer haga que dicha prenda le corresponda de manera esencial pues se trata tan solo de una costumbre, un rasgo de nuestra cultura que, como todo rasgo cultural, podría ser otro que el que es (pensemos sin más en otra cultura, la escocesa, ¿es femenina la falda?).
          No obstante, las prendas de vestir asociadas a uno u otro sexo no son la parte más importante de la identidad de género, más interesante resulta hablar de la división del trabajo: del hecho de que las mujeres puedan amamantar a sus hijos (sexo), se deduce que el trabajo que les corresponde por naturaleza es el cuidado del hogar y de los hijos (género), lo que hace que el trabajo remunerado corresponda al varón (género), que la vida privada y el ámbito de los sentimientos sea el propio de la mujer (género), que la vida pública y el ámbito de la razón lo sean del varón (género), etc... la lista de corolarios es larga. La confusión de sexo y género es pues una falacia naturalista: del hecho de que la mujer sea (sexo) de determinada forma se pretende deducir que la mujer debe (género) obrar de determinada forma. De un juicio de hecho se deduce un juicio de valor, pero no hay un nexo lógico entre ambos juicios, no hay conexión necesaria alguna. Pero no ocurre solo que se deduzcan arbitrariamente valores a partir de hechos, es que se hace partiendo de hechos ya contaminados por esos mismo valores, lo cual da como resultado ideas como estas de Rousseau (sí, el ilustrado, por eso la divisa del feminismo ilustrado fue la de "arrojar más luz sobre las Luces") en su Emilio: "¿Cabe deducir de todo lo antedicho que [la mujer] debe ser educada en la ignorancia (...)? [...] Sin duda que no; la naturaleza no lo ha dicho así, y si las ha dotado de una tran agradable y delicada inteligencia, quiere que piensen, juzguen, amen, conozcan y cultiven su entendimiento como su figura, que son las armas que les da para suplir la fuerza que les falta y dirigir la nuestra. Deben aprender muchas cosas, pero solo las que conviene que sepan." En fin, por su propia naturaleza las niñas han de ser domesticadas, cuando "la mujer se queja de la injusta desigualdad en que la ha puesto el hombre, comete un error; esta desigualdad no es una institución humana, o al menos no es la obra del prejuicio, sino de la razón". Esta es la falacia naturalista que entraña que el rol del género femenino incluya la subordinación de la mujer al varón.
          Pero si es falaz esta deducción a partir de la desigualdad física entre machos y hembras, también lo es la relación entre sexo y género: el género no se basa en el sexo, se ha construido socialmente y sus rasgos son plenamente contingentes. Ante la situación de la mujer en la actualidad no cabe la explicación biológica, hay que indagar en su devenir histórico-social. Adujeron los ilustrados (con notables excepciones como Condorcet), para negarles sus derechos políticos a las mujeres, que no estaban dotadas, que sus conocimientos e inteligencia eran limitados, pero esto fue tratar de justificar la causa mediante su efecto. "Si es verdad que las mujeres no son un enjambre de seres frívolos y efímeros, ¿por qué habría de mantenérselas en una ignorancia que engañosamente se llama inocencia? Los hombres se quejan, y con razón, de las extravagancias y caprichos de nuestro sexo, cuando no ridiculizan con virulencia nuestras impetuosas pasiones y nuestros abyectos vicios. He aquí lo que yo les respondería: ¡Esa es la consecuencia natural de la ignorancia!" Estas palabras de Mary Wollestonecraft en su Vindicación de los derechos de la mujer dejan bastante claro el orden de los factores: si se trata a cualquier ser humano a lo largo de toda su vida como a un menor de edad, lo que se obtiene es un menor de edad, porque los seres humanos no nacemos sabios y autónomos. Si al género femenino se asocian la ingenuidad, la dulzura, el sometimiento, el cuidado del hogar y de los hijos, la sumisión al varón... y se educa en esas asociaciones a las mujeres, pues se obtiene como resultado final una coincidencia entre miembros del sexo femenino y características del género femenino, pero no porque su unidad sea indisoluble, sino porque el mármol biológico ha sido tallado con un cincel sexista que lo ha hecho coindidir perfectamente con su molde de género.
          ¿Suena esto a otra época? Tal vez poca gente pone en duda ya que la mujer ha de ser educada en pie de igualdad con el varón y que tiene el mismo derecho que él a participar de la vida pública, no obstante las asociaciones de género que pretenden adjudicarle un rol específico en la vida independientemente del que ella quiera asignarse persisten, como prueban estas palabras ni más ni menos que del Ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón: "En definitiva, vamos a defender el derecho y la dignidad de la mujer como uno de los derechos fundamentales que es del derecho a la maternidad." Esta afirmación es indignante.
          La dignidad de la mujer no pasa por la maternidad, reside en el mismo lugar que la dignidad del varón, en que somos seres racionales, autónomos, y por tanto fines en sí mismos. El mismo derecho a la maternidad que tiene la mujer lo tendré yo, varón, a la paternidad, y defender lo contrario viene a ser insistir en la confusión entre sexo y género que ha justificado durante siglos la subordinación de la mujer al varón, insistir en que esencialmente la mujer es madre, y que solo las tareas asociadas a la maternidad permiten que se realice plenamente, y esto sí que es auténtica ideología de género, machismo, y no el pensamiento feminista.

jueves, 1 de marzo de 2012

La democracia y la manipulación mediática

          Una de las condiciones sine qua non de la democracia es la existencia del pluralismo político, y dicha condición puede ser incumplida de diversas formas. Una de ellas, las más obvia, es mediante la existencia de un partido único como en las dictaduras franquista o soviética. Otra es mediante la supresión de la libertad de conciencia y de expresión, rasgo compartido también por todas las dictaduras. Y otra más, algo menos obvia, es mediante la perversión de los canales que alimentan la libertad de conciencia y de expresión, esto es, mediante la instrumentalización ideológica o partidista de los medios de comunicación. Pues bien, desde ese punto de vista nuestra democracia es a todas luces imperfecta, como vuelven a demostrar un día más las portadas, en este caso, de ABC y LaRazón.
          Se ha deslizado en nuestra sociedad la idea de que lo propio de la democracia no es que existan medios de comunicación desideologizados, sino que su instrumentalización ideológica, en lugar de llevarla a cabo un solo partido, el del gobierno, la compartan varios partidos o sectores de opinión. Se entiende por "pluralismo informativo" que existan medios de distintas ideologías, pero lo que garantiza el pluralismo es que la información sea veraz, porque es la realidad la que es plural. Los medios deben tratar de ser espejos de esa realidad multicolor, y no filtros que coloreen espacios de la realidad, porque la suma de estos filtros nunca será suficiente. No es lo mismo pluralismo que pluralidad. Lo que necesitan las democracias son medios independientes, y no medios con dependencias diversas, la democracia, el pluralismo político, se nutren de información honesta y no de propaganda plural. De lo contrario la prensa pasa de ser el cuarto poder a convertirse en un brazo hidráulico del poder político, en un instrumento de los partidos.
          Para entender la realidad que nos rodea nos vemos obligados a consultar cada vez más medios de comunicación, y eso solo significa que ninguno de ellos es capaz de cumplir con su cometido, porque la realidad es la que es, y no el resultado de hacer la media entre todos los puntos de vista. Que el heliocentrismo en su día fuera minoritario no lo hacía menos cierto.

          Tal vez este discurso resulte ingenuo, la auténtica realidad en toda su pureza objetiva es inaprehensible, pero lo que defiendo aquí es el rigor, no deberíamos rebajar nuestras exigencias de calidad con la excusa de que la perfección es imposible, se hace camino al andar. De lo que acuso a la prensa no es de no ser capaz de describir con asepsia científica la realidad, sino de haber renunciado a intentarlo, de haber dejado de considerar que informar verazmente, al servicio de los hechos y no de un presunto bien moral o político, sea su objetivo.
          Este hecho que señalo se ve claramente plasmado en las palabras que en una Junta General de Accionistas del grupo PRISA pronunciara el difunto Jesús de Polanco  y en la bizantina explicación que dio Pedro J. Ramírez recientemente para justificar un caso de manipulación informativa de su periódico.
         Lo que Jesús de Polanco afirmó fue: "Nosotros tratamos de ser neutrales. Lo que ocurre es que es muy difícil, muy difícil, estar de acuerdo con la acción política de algunos partidos." Estas palabras me llevan a preguntarme desde cuándo ha sido necesario estar de acuerdo con los protagonistas de la realidad de la que hay que informar, por esa regla de tres no deberíamos informar de los atentados terroristas porque es "muy difícil estar de acuerdo" con las acciones terroristas. Si lo que se requiere de los medios de comunicación son juicios de hecho, ¿qué necesidad de subrayar lo difícil que es hacer un juicio de valor positivo acerca de determinados hechos?
          En cuanto a Pedro J. Ramírez, justificó el uso de un encuadre fotográfico que claramente tergiversaba la realidad recurriendo en una entrevista a un relativismo bastante ramplón: "Preguntas si la foto ‘refleja la visión de EL MUNDO de la realidad’ y no la realidad misma. Claro que sí porque ‘la realidad’ no existe sino a través de la mirada de los demás. (...) Las ‘imágenes tal como son’ no existen. (...) El ejercicio responsable de la libertad de prensa no consiste en ceñirse a un sentido canónico de la objetividad que siempre terminará dictaminado por quien ostente el poder. No, la esencia del pluralismo es la concurrencia de subjetividades honestas." Querría aprovechar este espacio para formular una petición: periodistas e intelectuales de medio pelo, por favor, dejen la Hipótesis Duhem-Quine para los filósofos y el Principio de Incertidumbre para los físicos, sus versiones vulgarizadas son subjetivismo barato y no sofisticado antiabsolutismo epistemológico. Incluso Pedro J., aunque pretenda que no, es capaz de distinguir entre los siguientes sintagmas nominales: "un verde campo" y "un bello campo". Que no me venga con que no hay diferencia entre juicios de hecho y juicios de valor, entre descripción e interpretación, y menos aún con que lo que es propaganda es la exposición de datos acordes con la realidad, ¿ahora resulta que describir científicamente la fotosíntesis es hacer propaganda de la clorofila? Como expliqué más arriba, no hay que confundir la pluralidad con el pluralismo.

          ¿Y qué es manipulación? Considero que cabe distinguir cuatro grandes categorías de manipulación mediática, con en ocasiones límites borrosos, basándonos en el criterio del grado de elaboración de la realidad de la que el medio pretende informar, de la cantidad de trazas o de huellas de la realidad que quedan en la información final. Atendiendo a ese criterio diría que es posible manipular la información interpretando, alterando, sustituyendo o inventando los hechos.
          Manipulación por interpretación sesgada de la realidad: la información puede partir de la realidad pero ser sesgada como en el caso de este titular de Público, donde deliberadamente se obvia parte de la información, como que esa presunta obligatoriedad de la religión a la que hace alusión se daría tan solo en la escuela y que no consistiría en la obligatoriedad de profesar ninguna, sino de estudiar el fenómeno religioso. Ciertamente el titular no niega estos puntos, pero tal y como está redactado, al omitirlos los enmascara. Además de describir la realidad la interpreta mediante un juego de sobreentendidos basado en lo que Grice llamó "implicatura conversacional" (los mecanismos de interpretación que van más allá de lo manifestado en los enunciados), por lo que en estos casos no sería válido que el medio recurriese a la excusa de que lo que afirma el titular es "literalmente" cierto, porque la manipulación se da en el nivel del significado implícito. La expresión "vuelta de la religión obligatoria" a lo que remite tácitamente es a una época en que no existía la libertad religiosa, no a una ley educativa previa que contemplaba una asignatura no confesional de religión.
          Manipulación por alteración de la realidad: la información consiste en la realidad misma, en el hecho, pero este ha sido alterado de tal forma que ya no es el hecho original, sino un subproducto manufacturado, que no obstante se hace pasar como la realidad inalterada. Lo vemos en los retoques con el Photoshop en las fotos de modelos y actores, o en esta portada de La Razón acerca de la manifestación del movimiento 15M del 19 de Junio de 2011.
          Manipulación por sustitución de una realidad por otra: la información transmitida refleja una realidad, pero no aquella de la que se está informando, un hecho se hace pasar por otro. Esto puede hacerse de forma más o menos sutil, sugiriendo una correlación donde no la hay o no está suficientemente justificada (caso de las portadas de ABC y La Razón mencionadas al principio de la entrada); o directamente haciendo pasar por una fuente que ilustra un suceso, una perteneciente a un suceso distinto, como en el caso de estos informativos de Telemadrid en que se ilustra una noticia del 15M en España con imágenes de manifestantes en Grecia.
          Manipulación por invención de la realidad: esto es algo inaudito, solo visto en regímenes totalitarios y que en España hasta hace poco no se daba. Hasta donde sé, de momento un medio tiene el monopolio absoluto de esta la forma más sangrante de manipulación: Intereconomía. He aquí una prueba, este conocido vídeo en el que presuntamente se entrevistaba a un acampado de la Plaza de Catalunya en Barcelona, tratándose sin embargo de una entrevista dramatizada con un actor con guión haciendo de indignado (en torno al minuto y medio, mientras el entrevistado dice "no votar al PP y al PSOE" la entrevistadora musita esas mismas palabras). En este caso el medio no solo no refleja fielmente la realidad, sino que crea una realidad inexistente, inventa su propia noticia, informa acerca de una ficción.

          Todos estábamos acostumbrados al primer nivel de manipulación, pero de un tiempo a esta parte la ética periodística parece haberse hecho a un lado y distintos medios se han lanzado a una carrera armamentística desaforada escalando a los siguientes niveles de manipulación. El riesgo que entraña ese creciente juego sucio es muy alto, porque como explicaba al principio consiste en la supresión de las vías de alimentación de la libertad de conciencia y la libertad de expresión y por tanto del pluralismo, condición sine qua non de la democracia. En los tiempos que corren pues, luchar por la verdad en España es más que nunca luchar por la democracia, y si como decía Epícteto "la verdad triunfa por sí misma, la mentira necesita siempre complicidad", resistámonos a ser cómplices de la podredumbre de la democracia no siendo cómplices de la mentira.
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