domingo, 9 de septiembre de 2012

La Presidenta y sus chapuzas

          Existe un tópico malintencionado acerca de la Presidenta de la Comunidad de Madrid que sin embargo, en lugar de perjudicarla, la aúpa al pedestal que le permite ganar unas elecciones tras otras (aunque no olvidemos que perdió unas elecciones que pudieron haberla apartado para siempre de las instituciones madrileñas, pero dos peleles de ese infausto rival que es el PSM traicionaron a su empresa y salvaron a Esperanza Aguirre de la quema). Bien, ese tópico es el siguiente: Esperanza Aguirre es una facha (un insulto que en España se emplea con más ligereza que en ningún otro país del mundo) pero es eficaz. Y lo cierto es que no es tan facha y sin embargo sí es bastante pedestre no solo en sus maneras sino también en sus gestiones. Esperanza Aguirre será muy conservadora (o reaccionaria incluso), populista, nacionalista, clasista y en ocasiones chabacana, pero no es fascista salvo que estiremos de tal forma el significado de dicha palabra que quede absolutamente desdibujado (y tanta gente deba darse por aludida como votantes tiene Esperanza Aguirre y no, afortunadamente no hay tantos fachas en Madrid). Además, la lideresa madrileña no presume de progresista, de lo que presume es de ser eficiente en lo profesional y liberal en lo ideológico, y eso es lo que le conceden sus opositores, pero esas cualidades son las que no reúne en ningún caso. Es chapucera y dogmática hasta lo cutre.
          Esperanza Aguirre se ha creado esa imagen de gestora responsable, inflexible pero competente, beneficiándose de su comparación con Ruiz Gallardón, empeñado éste en cambio en que ella apareciera como lo más rancio de España y él como el paladín de la progresía del PP, pero admitiendo de buen grado ser tenido por un auténtico manirroto. De este modo, comparándola con un gestor que ha llevado al Ayuntamiento más rico de España a la quiebra, Esperanza Aguirre parece un banquero alemán, pero es que con ese listón Rodríguez Zapatero parece un socialdemócrata sueco, y no. La Comunidad de Madrid tiene déficit, no tan importante como el de otras comundades autónomas como Murcia o Castilla la Mancha, pero más del que la propia Esperanza Aguirre dijo que tenía, lo cual no es propio de gestores eficientes que, citando a cierto político español, llaman al pan, "pan", y al vino, "vino".
           La Presidenta se refugia en su supuesto liberalismo para justificar sus ajustes en el sector público, pero si hay algo que es absolutamente antiliberal es la financiación pública de empresas privadas, el liberalismo funciona de hecho más bien al contrario. En países como Estados Unidos uno podrá encontrarse con que cierta planta de un hospital lleva el apellido de cierto empresario, que contribuyó a su construcción (y que también la gestiona, o no), lo que ocurre aquí es exactamente lo contrario, el hospital se habrá construido con dinero público pero su gestión será privada: todo el riesgo, toda la inversión, corre a cargo de la Admninistración, de su dirección en cambio se encarga una empresa privada (Capio es la empresa, perteneciente en parte a Rodrigo Rato y a familiares de Mª Dolores del Cospedal, que se va quedando poco a poco con la sanidad madrileña). Ningún país de Europa aparte de Bélgica tiene el porcentaje de enseñanza privada concertada que tiene España, y concretamente la Comunidad de Madrid, modelo por el que apuesta abiertamente Esperanza Aguirre, y que será de todo menos liberal, porque el liberalismo se basa en la competencia privada que conduce a mejores productos o servicios en aras de ganarse al cliente, no en la subvención de empresas privadas independientemente de los productos o servicios que ofrezcan para garantizar su supervivencia sea cual sea la competencia.
          Así que Esperanza Aguirre no es liberal, y tampoco es una gran gestora, porque lo que genera el déficit de la Comunidad de Madrid no es el gasto en servicios públicos, sino la sistemática desviación de los caudales públicos a empresas privadas: se construyeron ocho hospitales en la época del desarrollismo ladrillista pero no se los dotó de personal y por ello varios de ellos (concretamente el Infanta Leonor) corren el riesgo de ser completamente privatizados (le habremos pagado los madrileños algo más que la cama a Capio); se recortó la plantilla de profesores en la Escuela Pública dejando en la calle a muchos interinos, pero se aumentó la inversión en enseñanza privada concertada y las becas para alumnos de colegios privados (un gasto que superaba en 10 millones de euros  lo que pretendía ahorrarse despidiendo a los interinos), por no hablar del intento de colar a empresas privadas dentro de los centros públicos mediante el Programa Refuerza. Así que ya vale también de ese otro argumento del aguirrista irredento que dice "bueno, aquí se ha gastado dinero pero por lo menos en hospitales y en colegios", no, se ha gastado dinero en hacérselo ganar a constructoras y empresas privadas de salud y educación (que está muy bien que ganen dinero, pero en el libre mercado, que para eso son privadas... ¿o no lo son tanto?).
          Pero si hay algo que convierte a alguien en un mal gestor y no ya solo en un gestor ineficiente o dogmático, es el derroche de dinero y la chapuza en la gestión, y esa es también una norma de la administración Aguirre. La especialidad de la casa es el despilfarro en publicidad institucional (despilfarro desde el punto de vista del ciudadano, no de la Presidenta de la Comunidad, para ella es propaganda electoral que le sale gratis al partido): en campañas como "Respetemos y apoyemos a nuestros profesores" (1.800.000 euros) meses antes de sostener públicamente la mentira de que su jornada laboral era de 18 horas semanales y de no renovar a miles de profesores interinos, como la torticera campaña del "Más por menos" justificando una subida del 50% del billete sencillo de Metro o como esta más sutil para aquellos agraciados con una plaza en una Escuela Infantil de la Comunidad:
 
 
          ¿Exactamente cuál es el beneficio de este gasto, qué justifica la inversión? ¿Se supone que los usuarios harán mejor uso de sus plazas en las Escuelas Infantiles públicas gracias a esta carta? Lo dudo, sus horarios y funcionamiento son muy estrictos, es difícil (si no imposible) abusar de este servicio. ¿Se sentirán más afortunados? Créanme, antes de recibir la carta ya se sentían muy afortunados (a pesar de la subida de precios que ha llevado a muchas familias a renunciar a su plaza). No, es propaganda electoral pura y dura o algo peor, un "usted es un mierdecilla que vive por encima de sus posibilidades" encubierto. En cualquier caso es un gasto absolutamente prescindible, superfluo, y por tanto un despilfarro. Habrá quien diga que una comunidad autónoma no se arruina por enviar una carta, cierto, pero en este caso se trata de 45.000 cartas. Y a estas hay que sumarle aquellas otras pidiéndole un esfuerzo a los profesores al principio del curso pasado, o convenciendo al personal sanitario de las bondades del área única, más las campañas institucionales citadas anteriormente y otras muchas que indignan, y con razón, a quienes sienten en sus propias carnes ajustes para ahorrar dinero que se emplea no en combatir el déficit y proteger los servicios más valiosos de la Administración, sino en lo superfluo, en colocar como asesores a los miembros del partido que no logran escaño en la Asamblea de Madrid (esto no es privativo de la Comunidad de Madrid ni del PP, sino generalizado) y mantener esa situación a base de esa propaganda electoral encubierta pagada con el dinero del bolsillo de todos los madrileños.
          Así que Esperanza Aguirre ni es veraz, ni es liberal, ni es eficiente, ni es austera y por si esto fuera poco, encima es chapucera, como trataré de mostrar con un ejemplo concreto, el de la gestión del personal de Enseñanza Secundaria de la Comunidad. Por una parte la Presidenta de la Comunidad de Madrid, por medio de su acólita Lucía Figar, es capaz de desobedecer la ley (¡Cristina Cifuentes, ojo, aquí hay desobediencia civil activa!) para encontrar rápidamente vacantes libres para profesores extranjeros sin titulación ni conocimientos de español, pero nativos de habla inglesa (por si hay mentes muy bienpensantes leyendo esto... no, no se les contrata como auxiliares de conversación  o para enseñar lengua inglesa, sino otras asignaturas del currículo, en inglés). A día de hoy ser español es realmente un hándicap para trabajar en un instituto de secundaria madrileño, porque es obligatorio pasar una oposición, requisito innecesario si uno tiene la suerte de ser irlandés. Por esa obsesión con el bilingüismo (según lo entiende Esperanza Aguirre, que dista mucho de lo que se considera bilingüismo en los países civilizados) la Presidenta de la Comunidad de Madrid via su Consejera de Educación y Empleo anunció que convocaría oposiciones a Secundaria (por eso y por desafiar al gobierno central, entonces en manos del PSOE) y lo hizo ofertando finalmente 190 plazas de las cuales 100 eran de inglés y, por ejemplo, ninguna de matemáticas, asignatura instrumental en la que peores resultados cosechan los alumnos españoles en las pruebas de PISA. Una de la especialidades convocadas fue la de filosofía, con cinco plazas, pero el caso es que no hay vacante a día de hoy (a tres días de comenzar el curso) para quienes obtuvieron esas plazas (dejadme presumir, yo saqué el nº1) ni para 31 profesores en expectativa de destino que a día de hoy esperan también su vacante. No es que se haya recortado plantilla en interinos, es que los recortes han sido realizados con tal precipitación y desconocimiento de la realidad del sistema que durante unos meses la Comunidad de Madrid tendrá que pagar su sueldo a esos profesores (y otros tantos en otras tantas especialidades) que no trabajarán hasta que haya hueco, algo inédito en la Comunidad de Madrid. Chapuzas.
          Chapuza cómo se ha precipitado en general, por motivos electoralistas una vez más, una gran iniciativa como es el Programa de Enseñanza Bilingüe, en el que han acabado habilitándonos simplemente por poseer un certificado de idiomas de nivel C1. Chapuza cómo se gestiona, de forma precipitada también, la asignación de destinos a principio de curso, que deja a muchos profesores con sueldo y sin trabajo. ¿Y es que es ahorro tener a funcionarios cobrando sin trabajar? ¿Es eso eficiencia? ¿Saben las familias que los profesores de sus hijos se enteran de qué darán y dónde un par de días antes de iniciarse el curso, o con el curso empezado? ¿Saben las familias que licenciados en filosofía acaban enseñando lengua, licenciados en matemáticas biología, algo habitual en la enseñanza privada (concertada o no) pero excepcional en la Escuela Pública hasta hace dos años?
          La Presidenta de la Comunidad de Madrid no es una tecnócrata ni siquiera en el mal sentido, es Pepe Gotera y Otilio, es solo experta y eficiente a la hora de gestionar su propia empresa, el Partido Popular de Madrid, el problema es que lo hace con el dinero de todos los madrileños, y así es como una empresa privada siempre gana a pesar de las chapuzas de sus directores.
         

9 comentarios:

  1. Gran entrada, creo que Madrid es un laboratorio de experimentos "liberales" que finalmente se destapan como chapuzas, creo que, a la larga, la gente se dará cuenta... espero!

    Gracias, comparto!

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  2. Muy buena entrada.

    Solo una matización: soy uno de esos funcionarios en expectativa de destino (aclaración prescindible excepto para quien lea este comentario y no sea entendido en lo nuestro: funcionario de carrera con plaza ganada en oposición pero destinado provisionalmente cada año a un instituto distinto, nadie en este mundo sabe por qué).

    En honor a la verdad, el curso pasado se me abonó todos los meses el salario completo, no solo el salario base, aunque estuve casi todo septiembre sin ser asignado a un destino concreto, es decir, en casa si hubiera querido (en lugar de eso, todos los profesores en el mismo caso, como sabes -como colega de profesión, me permito tutearte-, estuvimos todos los días presionando para que nos asignaran un centro donde trabajar).

    Esta posibilidad de cobrar solo el salario base es algo que temíamos todos el año pasado pero no ocurrió. Ahora bien, tal como están las cosas, todo se andará. Ni que decir tiene que a los interinos directamente les dejaron en el paro, después de años demostrando su valía como profesores (esto también lo añado para los no enterados, no por ti).

    Con tu permiso, también comparto el post.

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    1. Muchas gracias por tu aclaración, no sé si corregir el texto, porque lo que dices refuerza el argumento del post. De hecho espero que quienes lo lean no dejen de observar también tu comentario.
      Yo de momento me voy al paro, porque con la oposición sacada no voy a buscar otro empleo en un concertado o en un privado, pero al no haber habido acto público todavía no estoy reconocido como funcionario en prácticas. Vamos, que ahora mismo estoy en el limbo.

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  3. Estimado Javi:
    Interesante tu blog que seguiré a partir de ahora: análisis y reflexión, importante en tiempos tan complejos. Pero te ha faltado, si me permites, un detalle. Y se trata de cómo se deriva el dinero público en la financiación de medios de comunicación que se instrumentalizan a través de la autocomplacencia. Tampoco es liberal en eso, controlando los eslóganes en los medios que le son afines y que capta una sociedad civil muy poco acostumbrada a separar el grano de la paja. Por lo demás, mi más sincera enhorabuena.

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    1. Muchas gracias, solo puedo decirte que tienes toda la razón, así que me alegro de que eso que le falta al post aparezca en tu comentario.

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  4. ... Dicen las malas lenguas que Esperanza se levantó esta mañana, encendió el ordenador, entró en tu blog,... y el resultado ya es historia.

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  5. Muy interesante.

    Diría que se me ha caido la venda de los ojos.
    Aunque la verdad es que me cuesta lanzarme a comentar y criticar los errores de los políticos que se declaran liberales sin hacer antes algún comentario ácido sobre lo malvados que son en el bando opuesto.
    Supongo que todo lo malo se pega, porque eso es precisamente lo que llevan haciendo los socialistas de todo tipo en España, si tienen que criticar algo que ha hecho mal alguien del PSOE, empiezan por dar una patada en la entrepierna a alguien del PP.

    No vivo en la Comunidad de Madrid, sino en la Valenciana, y por lo tanto tengo menos conocimiento de causa que vosotros, pero me aventuro a diagnosticar la situación en vuestro territorio como muchísimo mejor que la situación en muchos otros en los que han habido o hay actualmente gobiernos socialistas.

    Soy plenamente consciente de que el Partido Popular es un partido conservador y de que casi ninguna de sus cabezas visibles es, ni siguiera de palabra, liberal.
    Pero en mi sentimiento de que lo más importante es la libertad individual, y a sabiendas de que el objetivo una sociedad mundial liberal con un mínimo gobierno y en la que prime la libertad ante el intervencionismo es bastante utópico, no dejo de soñar con que la ideología liberal se extienda y sea adoptada por la mayoría de forma que las políticas que ésta promueve pudieran llegar a aplicarse.
    En ese sentido, me parece importante alabar a las personas que, declarándose liberales, tienen una posición visible en la sociedad, como es el caso de Esperanza Aguirre, perdonándoles los errores que se puedan deber a su falta de competencia.
    No conozco a nadie que haga su trabajo a la perfección, pero cuando se falla en el intento por falta de capacidad, prefiero que por lo menos el intento declarado sea el de aumentar la libertad de los ciudadanos y no el de arrogarse la potestad de decidir en cada uno de los aspectos de sus vidas.

    Creo que me he enrollado mucho, y seguramente no habré expresado el sentimiento contradictorio que he tenido al leer tu entrada, pero no he podido contener el impulso.

    Espero que, aunque no sea de forma brillante, haya explicado bien a lo que me refiero.

    En síntesis, no aspiro a que España sea un país de mayoría liberal a corto plazo, pero si queremos que ese sea el resultado a largo plazo, creo que debemos alabar a todo aquel que da pasos en la dirección liberal en contra del que los da en la dirección intervencionista, incluso aunque el que se declara liberal diste mucho del ideal absoluto.

    Un saludo.

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    1. Creo que has expuesto tu punto de vista estupendamente, y te agradezco mucho que lo hayas hecho.

      Un saludo.

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